Si hubiese que resumir el acto de la Pollinica en tres palabras diríamos: Magnífico, magnífico, magnífico. Uno por cada parte de la noche: Cartel anunciador, pregón y banda de la Estrella.
La Cofradía de Ntro. Padre Jesús de la Paz y el Amor, en su entrada en Jerusalén, y María Stma. De la Esperanza, denominada “Pollinica”, es la más joven de las cofradías de Alhaurín de la Torre, pero eso no quiere decir que sea la última si hiciésemos un “ranking” por las cosas bien hechas. Si alguien tenía dudas anoche quedaría asombrado. La Pollinica se graduó definitivamente y con todos los honores, para el que aún pensara que no lo estuviera, como una cofradía señera para mayor realce de la Semana Santa alhaurina, y seguro que esta pujanza servirá como acicate para que Verdes y Moraos no se queden atrás, porque desde luego van a la par las tres.
Ayer noche de sábado en el centro cultural “Vicente Aleixandre”, el acto comenzó con el sincero recuerdo para el desaparecido Solís, Rafael Martínez Solís, así como para Ana Díaz, recuperándose de su enfermedad, cofrades ambos de la Pollinica. Se enlazó el minuto de silencio a la memoria de Solís con la interpretación de varias piezas por la banda municipal de música y acto seguido Agustín Soler presentó al pregonero, Manuel Molina Gálvez, Cronista Archivero de la Misericordia en Málaga, excelente profesional en el archivo de la Diputación de Málaga y que ha sido pregonero de la Semana Santa de Málaga de 2005, con más de setenta pregones en su haber.
Molina, tenía que presentar el cartel, y lo hizo hábilmente incrustándolo suavemente en su discurso, de forma que vimos el primer magnífico de la noche, la pintura de Manuel López Domínguez, alumno del reconocidísimo pintor Ruíz Juan presente anoche en el acto, casado con una alhaurina continuando así la Pollinica su apoyo a pintores con arraigo en Alhaurín de la Torre, y que representa a Jesús bendiciendo y saludando a su pueblo con un rostro que expresa todo, una pintura cercana, de colores naturales y sombras suaves que es una gran obra de arte.
El segundo magnífico se iba gestando con la voz casi radiofónica de Manuel Molina, curtida como decimos en numerosos pregones pero que ayer hizo algo que nunca había realizado antes, utilizar un diálogo con la pintura, con Jesús, mirándole y hablándole como si sólo ellos dos estuvieran en la sala, incorporando música de fondo de Manolo Sanlúcar, Paco de Lucía y chillout, con un juego de luces que por un lado iluminaba de color Burdeos la nueva cruz guía de la cofradía, y por otro un haz de luz blanco sobre el cuadro de Jesús. Con esta representación fue interpretando una narrativa a veces poética, otras emotiva, siempre íntima, destacando que la Semana Santa es devoción, tradición, ritos ancestrales, pero no folklore en un sentido negativo, pues es “mucho más, es la fe, la gracia de Dios que se tiene o no se tiene”, sin lugar para explicaciones científicas.
Además fue justo en su extensión, como el pregón de Juan Prados de los Moraos, 27 minutos, logrando el segundo magnífico elogio de la noche.
A continuación fue el turno para los agradecimientos. En primer lugar se nombró Hermano Mayor Honorario a la Agrupación Local de Protección Civil, subiendo al escenario el alcalde Joaquín Villanova y el jefe de la agrupación Salvador Barnestein que dirigió unas palabras de agradecimiento, mostrando la satisfacción y el orgullo con el que llevarían este reconocimiento. A continuación se homenajeó a Ana Pérez Díaz, que ha estado gravemente enferma y ya está mucho mejor, aunque recogieron un cuadro y un ramo de flores su esposo Francisco Pérez Peral y su hija.
Y el tercer magnífico. La banda de cornetas y tambores “María Santísima de la Estrella” de Málaga, recién llegada de otro acto en la capital por la tarde, que llenó el escenario de juventud y maestría, pues eran 65 músicos en una banda que habitualmente tiene 72. Dirigida por Roberto Gómez y José López García como director musical, este gran número de componentes y el utilizar más instrumentos de viento que los habituales en otras bandas más reducidas, imprimieron una potencia y una calidad realmente impresionante.
Marchas como El Salvador, Bulerías de San Román y Rocío, levantaron al público de sus asientos con bravos aplausos, y tras entregarle una placa al subdirector de la misma, Castillo, hermano del Hermano Mayor de Pollinica, hicieron un bis con la interpretación de Camino al Calvario, terminando el acto con la Marcha Real y un refrigerio posterior en el restaurante Casa Peña.
El día 16 de marzo veremos de nuevo a esta cofradía pero ya en la calle, será en el Domingo de Ramos. Como novedad este año incorporan una cruz guía cincelada y repujada en plata fina, realizada en los talleres Santa Clara de Marchena, así como incensarios, navetas y 25 bastones. Otra gran novedad como recordaron ayer será la participación del grupo de recreación histórica Regimiento de Reding nº 3, que abrirán camino al trono con sus trajes militares de época, recuperando así una tradición perdida al comienzo de la II República.